¿Vivimos mejor?

¿Vivimos mejor?

Post originalmente publicado en: https://queridasenemigas.com/2017/08/01/vivimos-mejor/

Vaya por delante que soy una persona optimista y que en estas líneas no quiero que se vean intenciones machistas, progresistas, ecologistas, sofistas o de cualquier otro carácter acabado en istas.

Este post surge mientras lío en una manta a mi hija de 13 meses a las 6:30 de la mañana para dejarla con mi madre hasta que abra la guardería e irme a trabajar. Es en esta situación cuando me pregunto ¿Vivimos mejor?

A mí mis padres no me llevaron al colegio antes de los 5 años y el despertador no sonaba de madrugada. Bien es cierto que mi madre no trabajaba pero. ¿Es razonable trabajar para tener que destinar un tercio de mi sueldo a que alguien cuide de mis hijos? ¿Es razonable que hoy en día la pareja esté obligada a trabajar para afrontar una hipoteca de un piso de dos dormitorios que nos acompañará hasta la jubilación con suerte de no dejarla como herencia? Y cuando digo hipoteca también podría decir alquiler, aunque el precio de los mismos parece que se va relajando.

Nuestras madres, en la mayoría de los casos no tuvieron elección. Tenían que quedarse en casa porque es lo que tocaba pero ¿nuestra generación tiene opción? ¿dejamos a nuestros bebés de madrugada porque queremos o porque no tenemos más remedio? ¿Trabajamos porque es lo que toca?

En este punto se me podría reprochar que tengo la fortuna de tener trabajo y de poder dejar a mi hija en la guardería para ir a generar dinero con el que pagar mi casa. Que hay familias que quisieran estar en mi situación y mujeres que desearían estar trabajando. Pero de nuevo, ante estas afirmaciones me vuelvo a preguntar ¿Vivimos mejor? ¿Elegimos nosotros lo que queremos hacer?

Mi pregunta no se refiere solo a lo económico, si no a una estructura social en la que obligamos a nuestros hijos a llevar el ritmo de vida de unos padres adultos que, en la mayoría de los casos, tienen sueldos mileuristas con los que hacen malabares para llegar a fin de mes intentando ahorrar y que se plantean tener otro hijo como un lujo, recurriendo, de nuevo, al extracto bancario para tomar una decisión de vida.

No trabajamos los dos para vivir rodeados de lujos. La pareja trabaja para vivir al nivel que lo hacían nuestros padres. Quizás algo más holgados, pero a un coste muy alto.

Nos perdemos la infancia de nuestros hijos con horarios imposibles y una mentalidad obsoleta que te obliga a estar en la oficina calentando la silla para que te vea el jefe aunque pudieras hacer lo mismo o incluso más desde casa con horarios más flexibles.

¿Vivimos mejor? Realmente lo dudo mientras escucho con envidia como funcionan otros países cercanos con jóvenes con su formación terminada antes de los 20 y un puesto de trabajo digno. Con bajas de maternidad y paternidad remuneradas que van mucho más allá de nuestras ridículas 16 semanas, por no hablar de los 15 días que le corresponden a los padres. Con familias jóvenes mientras en España cada vez retrasamos más la maternidad y van en aumento los costosísimos tratamientos de fertilidad.

¿Vivimos mejor? Hoy, al menos, con las legañas pegadas y un bebé dormitando sobre mi hombro antes de que salga el sol mejor no me lo preguntes.